Tinta Roja No. 21
El golpe de Estado oligárquico y fascista de noviembre de 2019 ha dejado secuelas hondas y dolorosas en nuestro país. El régimen de facto, impuso la “pacificación” con balas, tanques y avionetas. La “presidenta” autoproclamada usurpó el poder estatal al amparo del motín policial y del quiebre del orden de mando militar. Mientras la burocracia traidora se escondía bajo las piedras, el pueblo trabajador salió a las calles a resistir, a combatir el ascenso del fascismo.